Una frase memorable nos evoca siempre algo en un discurso. Cuando la oímos automáticamente nos llega algún recuerdo asociado a quien la dijo, cuando o en qué contexto. Aplicarlas correctamente es un elemento más para nuestras actuaciones como oradores.
Las bondades de usar una frase memorable fue el hilo conductor usado por Rafael, como toasmaster del día. Tras confesar su vérigo ante el folio en blanco, aderezó su presentación con algunas frase provenientes de la política, la publicidad o la literatura.
Los discursos del día fueron todos realizados por compañeros y todos usaron el tono biográfico en sus presentaciones.
El primer lugar fue para Javier Ceballos. Nos ofreció un relato muy personal de cómo el poder de un hábito de su juventud había condicionado el resto de su vida. Todos pudimos apreciar la potencia y la franqueza de sus palabras que fueron brillantemente evaluadas por Angel.
Tras ello, Chema también un ofreció una historia biográfica basada en sus miedos de juventud hacia los perros. Contó con unos efectos especiales muy característicos así como con la gestualidad habitual. Monalisa realizó la valoración aceptando gentilemente el rol en el último momento.
Finalmente, Isaac nos habló sobre el carisma y cómo se puede aumentar. Con recuerdos de las entrevistas de sus primeros trabajos, expresó como la «chispa» es algo que a veces nos falta para crecer como profesionales. Antonio Quirós fue el encargado de evaluarlo destacando sus elementos de valor.
Penélope organizó los discursos improvisados que esta vez contaron con la participación de invitados y noveles del club. Así, aquellos que vienen a nuestro club solo a «ver qué tal» tienen la ocasión de vivir la experiencia de forma más intensa. La Hubo temáticas variadas y sugerentes para los que se animaron a salir.
Con las evaluaciones globales, cerramos la sesión. Estamos a final del curso y en pocas semanas haremos la pausa de verano. Es un magnifico momento para asistir a una de nuestras sesiones y conocer qué es esto de Toastmasters.
Revisa tu agenda (y la nuestra) y haz un hueco. Ven, siéntate con nosotros, escucha y , si tienes ocasión, hábla. Verás como tus miedos por hablar en público pueden ser cosa del pasado. Porque como dijo Pericles:
«El que sabe pensar pero no sabe expresar lo que piensa está al mismo nivel del que no sabe pensar»